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¿Cómo cuidar una piel con vitíligo?

Qué es el vitíligo, qué implica y cómo hacerle frente

El vitíligo es una enfermedad cutánea que afecta al 1% de la población y causa la aparición de manchas sin pigmento en la piel. Habitualmente, estas manchas se forman en zonas que han sufrido traumatismos, como suelen ser las manos.

En complexiones oscuras, esta condición destaca más, puesto que el contraste de las manchas sin melanina es mayor. Sin embargo, las pieles claras también pueden presentar vitíligo, solo que a veces pasa más desapercibido.

¿Cuál es su causa?

Se ha encontrado una predisposición genética a la enfermedad, haciendo que familiares de alguien con vitíligo puedan contraerlo en 1 de cada 5 casos; pero su causa permanece desconocida. Hasta la fecha se le atribuye al propio cuerpo humano, que hace desaparecer los melanocitos, las células que producen melanina y por tanto dan color a la piel.

Además, su contracción se puede dar a cualquier edad, aunque es habitual que se manifieste alrededor de los 20 años. A pesar de ello, también puede asociarse a otras enfermedades como el hipoidismo y la diabetes.

¿Cómo afecta el vitíligo en la vida cotidiana?

Por un lado, se debe prestar importancia al impacto emocional que el vitíligo puede tener en el paciente por el hecho de ser una enfermedad visible.

Por otro lado, hay que ser consciente de que las áreas que presentan manchas no tienen melanina, y por tanto no disponen del fotoprotector natural de la piel: el pigmento. Eso puede resultar gravemente perjudicial para la piel, ya que la melanina se sitúa frente a estructuras sensibles de las células (como el núcleo, que contiene el ADN) a fin de bloquear parte de los rayos solares que recibe el tejido.

Por tanto, una falta de melanina es una falta prácticamente total de protección natural frente a la exposición solar. Consecuentemente, una piel con vitíligo debe estar siempre protegida frente al sol incluso si la exposición es corta.

¿Qué herramientas hay para la fotoprotección?

Tener que estar constantemente protegidos frente al sol no es tarea fácil, por ello se recomienda:

  1. Cubrirse con ropa y accesorios: Un medio físico que filtra los rayos solares que inciden en la piel. Si se tiene vitíligo en zonas como la cara, el uso de sombreros, gorras o gafas de sol es indispensable. Actualmente, hasta existen ropa, gafas y accesorios con filtros ultravioleta.
  2. Aprovechar la sombra: Siempre que sea posible, hacer uso de la fotoprotección que nos llega del entorno.
  3. Tomar antioxidantes orales: Es probable que el médico recete este complemento para proteger al cuerpo desde dentro.
  4. Usar fotoprotectores con FPS 50+: Para la cara Ladival Piel Sensible Oil Free FPS 50+ ofrece protección sin grasa, y para el cuerpo Ladival®Piel Sensible FPS 50+ cuida la piel en formato spray o crema.
  5. Acudir a un dermatólogo: Si hay la posibilidad de tener vitíligo, un especialista es esencial para evaluar las manchas, generar un diagnóstico adecuado y diseñar un tratamiento especializado en las necesidades individuales del paciente.

El vitíligo puede tener expectativas de mejora, aunque a veces no son muy altas. Sin embargo, ofrecer un cuidado completo a una piel que lo presenta es vital para su bienestar. Recuerda: una piel con esta condición no dispone de la fotoprotección natural de la piel, y por tanto requiere una fotoprotección siempre que esté expuesta a la luz solar.

 

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