Por Dra. Lidia Maroñas, dermatóloga Hospital 12 de Octubre y Clínica Dermatológica Internacional en Madrid, Miembro del Grupo de Investigación en Oncología Cutánea del Instituto de Investigación i+12.
El cáncer de piel es globalmente el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano. Bajo este nombre se incluyen diversos tipos de neoplasias y tumores cutáneos que responden a distintos tratamientos y que tienen una agresividad y un pronóstico muy diferente, si bien los tres subtipos más comunes son el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y el melanoma. El melanoma es sin duda el más agresivo ya que, si no se diagnostica a tiempo, potencialmente tiene la capacidad de escaparse de la piel y alcanzar los ganglios linfáticos y órganos internos dificultando su curación.
De una u otra manera, el factor causal denominador común en todos los tipos de cáncer de piel es la exposición crónica a la radiación solar y, además, en el caso del melanoma, las quemaduras solares en la infancia sabemos que juegan un papel especialmente reconocido en el desarrollo del melanoma en la edad adulta.
Afortunadamente, el cáncer de piel es uno de los más fáciles de prevenir, diagnosticar y tratar precozmente si se detecta a tiempo. Por ello, el binomio prevención y detección precoz son fundamentales para mejorar su pronóstico.
Consejos y recomendaciones específicas
La predisposición genética es un factor que aún no podemos modificar, pero adquirir unos hábitos de vida saludables sí está de nuestra mano. Los dermatólogos siempre insistimos en la importancia de adquirir unos buenos hábitos de protección solar que podamos realizar los 365 días del año y desde la infancia. A continuación, exponemos una serie de consejos sobre fotoprotección, muy fáciles de aplicar en nuestro día a día, que van a garantizar la salud de nuestra piel y la de nuestros hijos a largo plazo:
- Utiliza crema solar de alta protección (FPS 50+) y amplio espectro (frente a UVB y UVA), que idealmente cubra frente a la oxidación y radicales libres producidos por otras radiaciones del espectro de la luz solar como la luz visible y la infrarroja.
- Por las mañanas, tras la limpieza facial y previo al fotoprotector, aplica un serum con alta concentración de antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E o la phloretina para potenciar su efecto fotoprotector.
- Utiliza tu crema solar a diario, tanto en invierno como en verano, en todas las zonas expuestas. La radiación UVA mantiene la misma intensidad durante todo el año y es la principal responsable de los signos de fotoenvejecimiento (photoAging) a largo plazo, como las arrugas, las manchas y pigmentación facial, la pérdida de luminosidad, la aparición de flacidez y, en definitiva, la pérdida calidad global de la piel.
- Durante los meses de verano en los que la radiación UVB (principal responsable de la quemadura solar, “Burn”) es especialmente intensa, debemos aplicar nuestro fotoprotector antes de salir de casa e insistir en su renovación cada 2-3 horas si vamos a estar expuestos durante tiempo prolongado.
- Es recomendable reaplicarlo más a menudo si vas a practicar deporte o a bañarte en la piscina o en la playa y utilizar cremas solares resistentes al sudor y al agua en estos casos.
- Sobre todo este año en el que nuestro sistema de defensa natural frente al sol, los melanocitos, han estado “confinados” en casa, es importante realizar exposiciones progresivas de poco tiempo especialmente durante los primeros días evitando el sol de mediodía. Nuestra piel está mucho más sensible a estos primeros rayos de sol y podemos sufrir quemaduras solares intensas con una menor exposición.
- Además, no creas que por el hecho de llevar mascarilla vas a estar protegido de la radiación solar. Es imprescindible aplicar el fotoprotector en toda la cara, aún en la zona cubierta por mascarilla.
- En la playa o en la piscina, utiliza medidas físicas como ropa de baño adecuada con FPU 50+ (Factor de Protección Ultravioleta). Esto aporta un extra de fotoprotección y facilita la reaplicación del fotoprotector en las zonas expuestas.
- No olvides llevar tus gafas de sol desde por la mañana temprano (su incidencia sobre el globo ocular es mayor a primera hora del día) y utilizar labiales hidratantes que contengan FPS.
- Si planeas una excusión al campo, a la montaña o un viaje de esquí debes seguir igualmente las mismas medidas de fotoprotección, pues sabemos que a mayor altitud, mayor incidencia de radiación solar sobre la piel.
- Educa a tus hijos en buenos hábitos de fotoprotección desde la infancia. La piel de los niños no es una miniatura de la piel del adulto, sino que tiene unas características e identidad propia que la hacen ser más sensible e inmadura. Su sistema de defensa tiene una menor capacidad para reparar los daños producidos por la radiación solar sobre su piel. Predica con el ejemplo (¡échate crema delante de ellos para que te vean!) y convierte la aplicación de la crema solar en un juego: el juego del indio (aplica en cada uno de sus dedos 5 rayitas de crema y enséñales a pintarse la cara con ella como si fueran indios). En bebés menores de 6 meses, hay que evitar la exposición solar directa y no es aconsejable utilizar crema solar.
- No olvides que la piel tiene memoria, así que cada rayo de sol sobre ella cuenta.
Entonces a un bebé de menos de 6 meses ,¿no le ponemos ningún fotoprotector?
Estimada Elena,
En primer lugar, gracias por contactarnos.
Sobre su consulta, informarle que a un bebé de 6 meses sí que se le puede aplicar protector solar, siempre que el producto esté indicado para sus pieles y su seguridad esté correctamente demostrada en niños y bebés, como es el caso de Ladival Niños. No obstante, desde la marca, insistimos firmemente en no exponer a los bebés a la exposición solar, pero en el caso de que sea imposible no hacerlo, protegerles bien y utilizar medidas de protección adicionales como ropa especial, gorritos, sombrillas, y sobretodo evitar las horas de sol centrales.
Quedamos a su disposición para cualquier duda o consulta.
Reciba un cordial saludo,
Ladival.