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Enfermedades de la piel y protección solar, todo lo que debes saber

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y además el más expuesto, por eso debemos prestarle atención y protegerlo frente a los rayos solares y otras agresiones externas. Por eso, queremos explicarte qué enfermedades de la piel son las más comunes y cómo debes proteger tu piel en caso de sufrir alguna de ellas, porque al ser patologías visibles la mayoría de las veces tienen un fuerte impacto psicológico.

La lista de patologías dermatológicas es bastante larga y, si bien es cierto que no todas las enfermedades de la piel son crónicas, una correcta protección es fundamental para su tratamiento.

Vitíligo

Esta enfermedad de origen desconocido se caracteriza por la presencia de manchas blancas en la piel debido a la falta de pigmentación. Es una enfermedad benigna que afecta al 1% de la población mundial.

Existen 2 tipos de vitíligo:

  • Vitíligo focal. Aquel en el que aparecen manchas blancas aisladas y reducidas en tamaño y número en cualquier localización, pero especialmente en aquellas zonas más expuestas al
  • Vitíligo universal. Las manchas blancas abarcan grandes extensiones de piel.

Dada la falta de pigmentación, la piel con vitíligo es más vulnerable a los daños provocados por los rayos del sol, de manera que se debe evitar la exposición en las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas.

Hay que tener en cuenta que la exposición solar favorece la formación de melanina, pero si padeces vitíligo, es aconsejable usar un factor de protección alto y renovar su aplicación cada dos horas o tras el baño, para evitar las quemaduras solares.

Las fórmulas para pieles sensibles son altamente recomendables, como Ladival Piel Sensible, que gracias a su composición proporciona una protección solar en profundidad y evita posibles reacciones de fotosensibilidad, siendo eficaz contra los rayos UV-A, UV-B y IR-A.

Acné

Quizá esta es una de las enfermedades de la piel que nos viene a la mente más rápidamente cuando hablamos de patologías dermatológicas. Aunque la podemos asociar falsamente solo a la etapa de la pubertad, el acné puede aparecer a cualquier edad debido a cambios hormonales o nutricionales.

Se caracteriza por la presencia de lesiones pustulosas, sobre-elevadas, rojizas, que pueden no limitarse a la cara, apareciendo también en el cuello, el escote o la espalda. Lo que sucede es que las glándulas sebáceas se ven bloqueadas por células muertas y por una híperproducción de sebo, que posteriormente se infecta.

Aunque la exposición limitada al sol puede ser beneficiosa para el acné, no usar un protector solar adecuado a nuestro tipo de piel es perjudicial para la salud de la piel, y puede acabar provocando justo el efecto contrario, más brotes de acné.

Además de una correcta higiene facial diaria, usar un protector solar como Ladival® Piel Sensible Oil Free en la rutina de cuidado facial diario, ayudará a proteger la piel del rostro de manera eficaz gracias a su formulación a base de agua, puesto que no incluye grasas ni emulsionantes PEG que puedan ensuciar el rostro y favorecer aún más la aparición de acné.

Eccema

Esta afección es una respuesta inflamatoria de la piel que sufre ya entre un 10 y un 20% de la población de los países industrializados, siendo una de las causas principales de su aparición la contaminación ambiental.

Se divide en 2 grandes grupos:

  • Eccema o dermatitits de origen exógeno. Los de tipo por contacto o irritativo.
  • Eccema o dermatittis de origen endógeno. La dermatitis atópica, la dermatitis seborreica o el eczema mucular.

En el caso de tener una piel con tendencia a los eccemas es fundamental mantener una correcta hidratación y posteriormente su adecuada protección.

En este sentido, los protectores solares Ladival® están especialmente formulados para las pieles más sensibles, incluso para los más pequeños de la casa. La gama de productos Ladival® ofrece una protección solar completa frente a las radiaciones UV-A, UV-B e IR-A, y su fórmula SIN respeta la piel y evita reacciones alérgicas, aportando la hidratación que necesita.

Psoriasis

Esta enfermedad de la piel es una de las más comunes. Causa picazón y parches dolorosos de piel enrojecida con algunas escamas plateadas. Lo que sucede es que se acelera el proceso de renovación celular, lo que implica que las células nuevas aparezcan en poco tiempo y se acumulen en la superficie.

La psoriasis, además de ser muy común como apuntábamos, es una afección de tipo crónico, de manera que establecer una correcta rutina de cuidado para la piel es muy importante.

Y aunque la psoriasis y el sol parecen llevarse bien -dado que la exposición al sol tiende a mejorar el estado de la piel gracias al efecto antiinflamatorio e inmunosupresor de los rayos UV-, esta exposición debe realizarse con la aplicación de un protector solar adecuado, y siempre confirmando con el dermatólogo que la medicación es compatible con la exposición al sol.

Por lo tanto, si se padece psoriasis deberemos usar un protector solar como Ladival® Pieles Sensibles, especialmente formulado para pieles muy sensibles o alérgicas y sin colorantes, ni conservantes, ni perfume, ni emulsionantes PEG.

Si estamos disfrutando de unos días en la playa deberemos aclararnos con abundante agua tras el baño para eliminar los restos de sal y después volver a aplicar el protector solar, evitando así las quemaduras y otros efectos indeseados del sol, pero manteniendo su efecto beneficioso.

Atopía

La atopía es una condición hereditaria en la que se produce una reacción exagerada a alérgenos, sobre todo a nivel respiratorio y en la piel. Como hemos visto antes, la dermatitis o eccema sería la manifestación de la piel atópica, siendo así la conocida como “piel atópica” una enfermedad inflamatoria crónica que se presenta en brotes con periodos de mejoría entre ellos.

Los síntomas más frecuentes de la piel atópica son:

  • Sequedad y tacto áspero de la piel
  • Picor intenso que puede afectar a la calidad de vida
  • Lesiones con inflamación y enrojecimiento
  • Aparición de placas con descamación
  • Lesiones exudativas
  • Lesiones debido al rascado

Aunque es más frecuente que aparezca en la infancia (hasta un 20% de la población infantil sufre dermatitis atópica), cada vez son más numerosos los casos de dermatitis atópica del adulto.

Como sucede en el caso de la psoriasis, el sol puede resultar beneficioso para las pieles atópicas, pero la exposición al sol debe realizarse de manera controlada para evitar quemaduras y favorecer la aparición de nuevos brotes. Los consejos principales son:

  • La exposición al sol debe ser moderada, evitando las horas centrales del día.
  • Usar protectores solares adecuados para las pieles atópicas, como Ladival® Niños y Piel Atópica que, además de proteger la piel frente a las radiaciones del sol sin impedir beneficiarse de los efectos inducidos por la luz del sol, contiene ingredientes que hidratan la piel y le aporten nutrientes.
  • El protector solar debe aplicarse antes de salir de casa y/o 30 minutos antes de la exposición.

La gama de protectores solares Ladival® ofrece una solución para cada tipo de piel, incluso para aquellas más sensibles, con tendencia acnéica o atópicas, para seguir disfrutando del sol sin agravar los síntomas de las enfermedades más comunes.

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