Como ya os anunciamos en la primera parte, la exposición solar sin protección es uno de los principales causantes de las molestas manchas en la piel. Para que podáis disfrutar del sol tranquilamente, sin miedo a que vuestra piel sufra las consecuencias, os damos una serie de consejos y recomendaciones, con lo que poder evitar su aparición:
- Utiliza siempre un protector solar adecuado a tu tipo de piel, protegiendo especialmente las zonas más delicadas del rostro.
- Evita el uso de cremas que te hayan sobrado en años anteriores, ya que podrían estar caducadas o su composición podría haberse alterado.
- Si vas a tomar el sol, no utilices perfumes ni productos que contengan alcohol, ya que podrían provocar reacciones fototóxicas y producirte manchas. Si vas a aplicarte un perfume, es mejor que lo hagas en la ropa para evitar riesgos.
- Si ya tienes alguna mancha, conviene que utilices un protector de factor 50+, de ese modo evitarás que la mancha se oscurezca y se nota más con el sol.
- Antes de tomar el sol, consulta con tu médico si estás tomando algún medicamento, ya que algunos pueden provocar fotosensibilidad en la piel. Hay que tener especial cuidado con los medicamentos para la tensión, la diabetes, el insomnio o las pastillas anticonceptivas.
- Si tienes alguna cicatriz o marcas de acné, protégelas con un protector adecuado, ya que podrían oscurecerse por efecto del sol.
- No te expongas en las horas del mediodía (de 12 a 17 horas), ya que es el momento de mayor radiación y cuando los rayos son más perjudiciales.
- Evita largas exposiciones y cuando tomes el sol, hazlo de forma gradual para que tu piel se vaya acostumbrando a la radiación ultravioleta.
- Después de darte un baño, sécate bien ya que cada gota de agua actúa como una lupa sobre tu piel.
- Hidrátate bien al finalizar la exposición solar, para favorecer la recuperación de tu piel.
- Toma alimentos ricos en vitamina C. Es un potente antioxidante que ayuda a aclarar la piel y resulta muy eficaz contra las manchas cutáneas.