Ya estamos en pleno verano y el sol está en su máximo apogeo. Todas buscamos un moreno vacacional para lucir nuestra mejor cara pero cuando llegamos a casa de regalo con nuestro bronceado nos traemos una horrible mancha.
La aparición de manchas se debe a una alteración de la pigmentación de la piel por diferentes causas. Generalmente las zonas más expuestas son las más afectadas: cara, manos y escote.
Podemos encontrar distintos tipos de manchas solares según la causa que las produce:
- Lentigos o Manchas Solares: manchas pequeñas de color marrón o negro. Aparecen como consecuencia de la exposición solar crónica. Seguramente os sonará la frase “la piel tiene memoria” pues este es uno de esos casos. Después de 40 años disfrutando de baños solares es normal que nos aparezcan este tipo de manchas si no hemos sido extremadamente cuidadosos.
- Cloasma o melasma: también se conocen como manchas hormonales. Son fáciles de prevenir con una buena protección solar, pero la población afectada cree que este tipo de manchas como dicen en mi tierra “haberlas hailas” pero no es mi caso, hasta que les aparece la primera mancha y vienen horrorizadas a la farmacia. Son manchas irregulares en forma de placas color amarillo oscuras. Es frecuente en mujeres jóvenes localizándose en frente, las mejillas y labio superior. Estas manchas se oscurecen en verano y se aclaran durante el invierno. Se producen sobre todo durante cambios hormonales como el embarazo y con el uso de anticonceptivos.
- Queratosis Seborreica: Lesiones con relieve y superficie cuarteada que suele confundirse en sus fases iniciales con el lentigo solar. Suele aparecer en cara y tronco en mayores de 40 años.
- Melanoma: Nuestro enemigo número uno de las manchas solares. Es un tumor maligno que se localiza generalmente en la piel y de forma excepcional en otros órganos. Aparece por una mutación maligna de las células encargadas de producir el pigmento de la piel, los melanocitos. Para estudiar la lesión es necesario hacer una biopsia.
Pero una vez tenemos la mancha, ¿qué podemos hacer?. Lo primero y más importante es protegernos del sol para evitar la aparición de otras manchas que hagan compañía a nuestro nuevo invitado. Es importante reponer la protección solar cada 2 o 3 horas para estar bien protegidos. Y si vamos a la playa evitar las horas de máxima exposición solar.
Es difícil eliminar una mancha que ya se ha acomodado en nuestra piel, pero podemos tratarlas para atenuar y reducir su coloración. Son tratamientos que necesitan constancia y paciencia. Lo recomendable es usarlos durante el invierno cuando no hay tanta exposición solar pero si los usamos durante verano deben ir siempre acompañados SIEMPRE de una alta protección solar.
- Despigmentantes o productos de tratamiento antimanchas: Existen una gran variedad de despigmentantes en el mercado. Podemos destacar la hidroquinona y sus derivados, el ácido retinoico, el retinol, el ácido kójico, ácido azelaico, vitamina C, etc. También encontramos en la farmacia productos con acción antimanchas que a su vez incorporan una alta protección solar, para corregir las manchas existentes, a la vez que prevenimos nuevas alteraciones pigmentarias, como el caso de Ladival Acción Anti-manchas con Deléntigo. Debemos seleccionar el producto más adecuado en función del problema y el tipo de piel.
- Peelings: Es el tratamiento más efectivo. Se usan junto con productos despigmentantes en diferentes combinaciones y concentraciones según el efecto deseado. Es importante ser estrictos con el cuidado y la protección de la piel después de haberse sometido a un peeling o todo nuestro esfuerzo se transformará en marcas y manchas en nuestra piel.
- Laser y luz pulsada: Es el mejor tratamiento para las manchas de tipo lentigo.
Para evitar la aparición de manchas es importante mantener la piel limpia cuidada e hidratada, para ello es imprescindible un ritual de belleza “antimanchas”:
- Debemos limpiar la piel mañana y noche DIARIAMENTE, ya que una piel sana tiene menos posibilidades de mancharse.
- Un exfoliación semanal o quincenal, según el tipo de piel, ayuda a eliminar las células muertas que favorecen la formación de manchas.
- Debemos mantener nuestra piel hidratada con una buena crema adaptada a nuestro tipo de piel y nuestras necesidades.
- Y sobretodo y más importante usar una buena protección solar y reponerla cada 2 o 3 horas.
La mejor arma que tenemos para lucir un cutis perfecto sin manchas es la PREVENCIÓN.
Y no olvides que, ¡LLUEVA, NIEVE O HAGA SOL NO TE OLVIDES LA PROTECCIÓN!.