¿Te has preguntado alguna vez por qué te cuesta tanto ponerte moreno? ¿Volvías blanco de los viajes de estudios mientras tus compañeros se bronceaban al sol? ¿Te resultan familiares frases del estilo de “blanco como la leche” o “más blanco que la pared”?
Si durante el invierno tu piel es blanca y en verano te cuesta broncearte, raramente te pones moreno y lo máximo que consigues es un tono dorado, pero eso sí, como te despistes y te expongas al sol sin protección…zas ¡Te conviertes en un salmonete! Seguramente has sido agraciado con un fototipo II.
¿Qué es el fototipo?
Vamos a ir por partes; primero el “palabro” éste del fototipo, seguro que lo has oído mil veces, no es más que una forma de clasificar a las personas en función de la capacidad de adaptarnos al sol con la que nacemos, los individuos de fototipos II (entre los que me incluyo) son de piel clara, ojos claros, pelo rubio, pecas, se queman con facilidad y se broncean con dificultad. Esta forma de reaccionar frente a la radiación solar viene dada por la concentración de melanina que nuestra piel es capaz de sintetizar y esto está determinado genéticamente y tiene una explicación evolutiva.
La melanina se produce como mecanismo de defensa frente al sol, la radiación solar es una agresión y el organismo ha desarrollado una forma de defenderse produciendo esta proteína que es responsable de la pigmentación de la piel, pero su función no es que estés moreno sino proteger a las células del posible daño causado por las radiaciones solares. Los distintos fototipos que el ser humano ha desarrollado a lo largo de la evolución lo han hecho según la proximidad al ecuador: poblaciones cuyo hábitat era cercano al ecuador, donde la exposición solar es intensa a lo largo de todo el año, desarrollaron pieles adaptadas a estas circunstancias con mucha melanina que les protegía. Éstas son las pieles negras. Las poblaciones que habitan más alejadas del ecuador, donde hay menos horas de sol y éste incide de manera menos directa el ser humano, necesitan menos melanina y, por lo tanto, tiene una piel más clara.
Así pues, nuestros ancestros vivieron en latitudes lejanas al ecuador y no hemos desarrollado esa capacidad de defensa de la piel porque no la necesitábamos…poco podemos hacer al respecto más allá de mudarnos de país que tampoco es una solución práctica; pero bromas aparte, dentro de lo poco que podemos hacer hay una serie de recomendaciones que debemos tener en cuenta:
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Evita la exposición solar “reconcentrada”
Es decir, si llevas todo el año en la oficina, en clase, en casa…y en agosto te plantas de repente en la playa y te tuestas vuelta y vuelta cual pollo en el asador. Esto es un gran error, es mejor una exposición gradual, si en tu vida diaria no sales a la calle ni haces nada al aire libre replantéatelo porque esto también suma salud, pero cuando llegues a la playa o vacaciones exponte poco a poco para que la piel vaya sintetizando melanina y estés más protegido.
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Acepta tu tono de piel:
Nunca tendrás ese tono de piel moreno tirando a marrón que tiene tu primo/compañero/amigo/pareja aunque te lleves mes y medio en el Caribe, lo siento, es así, asúmelo no es malo, depende otra vez de la genética, no sólo producimos menos melanina sino que además nuestra melanina es menos oscura. Tenemos más feomelanina (más rojiza) y menos eumelanina (más marrón oscura).
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Evita quemarte
Una quemadura solar es una señal inequívoca de que te has sometido a una agresión que tu organismo no ha sido capaz de neutralizar, esto causa daños que se ven (piel roja que duele) y otros daños que no ves aún (a nivel del ADN); a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
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No huyas del sol porque eres blanco
El sol tiene múltiples beneficios, ayuda a la síntesis de vitamina D, mejora el estado de ánimo y mil cosas más, no te conviertas en un solfóbico (me lo acabo de inventar) porque pierdes más que ganas.
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Ponte crema solar:
Usa la cabeza, elige un factor medio o medio-alto en función del tipo de exposición, cuanto tiempo, que actividad estés haciendo etc…actualmente hay presentaciones que cubren las necesidades de cada persona.
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Elige un protector solar adecuado
Si por motivos estéticos quieres estar lo más bronceado posible elige un protector solar que además active tu propia melanina como el Ladival Protección y bronceado, así matarás dos pájaros de un tiro.
En resumen, la cuestión del color de piel es algo determinado genéticamente, que depende de dónde vivieron tus antepasados, que sea más o menos estético es una cuestión social que además es cambiante, hasta la primera mitad del siglo XX estar moreno estaba peor visto socialmente y actualmente esto sigue ocurriendo en algunos países. Lo importante es que te quieras tal y como eres y que cuides debidamente tu piel, que es la que tienes para toda la vida.
Hola. Mi problems es que hasta hace poco, unos 3 años, el tiempo que hace que di a luz, me ponía morenisima, siempre. Evidentemente me quemaba si no me echaba protector, pero en seguida se transformaba en un moreno dorado marrón muy intenso… Y fue dar a luz… Y zas!! Que no hay manera. Que si exfolia do, hidratado, echándome protector con bronceador… Pero es que ni me quemó ya… Es posible perder tanta melanina por algún cambio hormonal? Se que con la edad se pierde algo, pero por dios… Es que vuelvo de estar 5h al sol… Y estoy cetrina.. Que me pasa??
¡Hola Raquel! Los cambios hormonales pueden afectar a la regulación de la melanina y a su producción. Sobre todo, hay que entender que un bronceado inmediato es consecuencia de una quemadura en la piel por los rayos UV-B y por la oxidación de la melanina, que en ningún caso es un hábito recomendable ya que puede derivar en alteraciones en el ADN de las células epiteliales. Si realmente para ti es importante la función estética y lucir un moreno saludable, te recomendamos usar Ladival Protección y Bronceado, disponible en SPF 30 y SPF 50+, ya que el contenido en Tosolín de este producto te ayudará a tener un bronceado sano y duradero.