En niños pequeños podemos encontrarnos con pieles sanas o con pieles atópica. De todas formas, aunque el niño no tenga ningún problema dermatológico, ya hemos visto que su piel es de por sí más delicada. Así que buscaremos siempre fotoprotectores formulados para la piel de los niños. Y en el caso de que tengan piel atópica, que sean aptos para ella. Luego, a partir de la pubertad puede empezar a aparecer una tendencia al acné. En ese caso es recomendable el uso de productos “oil free”, ya que un protector muy graso podría causar nuevos brotes de acné.