Los tatuajes se han convertido en un complemento estético habitual en la población joven, es importante conocer las precauciones que debemos de tener o los efectos que puede tener la radiación solar en los tatuajes.
Para empezar, vamos a recordar qué es un tatuaje: Es una herida, en la capa más profunda de la piel, la dermis, que se rellena con tinta. Se realiza penetrando la piel con una aguja y generando algún tipo de diseño, lo que hace que los tatuajes duren tanto es que son profundos, la tinta no se inyecta en la capa más superficial de la piel, la epidermis, sino en la dermis, cuyas células son mucho más estables, por lo que el tatuaje es prácticamente permanente.
Teniendo en cuenta lo que es un tatuaje, vamos a diferenciar dos etapas, en la prevención de la radiación solar en los tatuajes:
- Inmediatamente después de haberse realizado el tatuaje.
- Conservación del tatuaje, una vez finalizado el período de cura.
El sector de los tatuajes, está últimamente más regulado, existen unas medidas higiénico-sanitarias que debemos tener en cuenta durante los primeros días después de decidir realizar un tatuaje:
- Realizar la higiene diaria con suero fisiológico.
- Aplicar frío seco los primeros días.
- Mantener la zona seca.
- No agredir la zona tatuada: evitar rascado y frotar.
- Evitar cosméticos no específicos.
- Hidratar la zona con cremas específicas sin conservantes, perfumes o parabenos.
- Evitar piscinas, sanas y playas.
- Evitar la exposición a rayos UV y al Sol.
Vamos a extendernos un poco más en este último punto que es de lo que trata este post, Durante los primeros 15 días, lo que tenemos que tratar es de recuperar esa zona de la piel, que ha sido dañada con el tatuaje, si lo que pretendemos es que nuestro tatuaje tenga una vida larga, los cuidados durante los primeros 15 día son esenciales.
Tenemos que evitar que la zona se infecte y procurar que cicatrice bien, teniendo en cuenta nuestros objetivos, y que esta zona de la piel es extremadamente sensible porque ha sido agredida, la protección solar es fundamental, una quemadura en esa zona puede provocarnos una infección y que el tatuaje se convierta en una pesadilla.
Dentro de la radiación solar, tenemos que distinguir entre la radiación UV, y la radiación IR, ó infrarrojo, durante mucho tiempo se tuvo la creencia que la radiación de IR, era la causante de la sensación térmica sobre la piel, pero a día de hoy sabemos que los efectos del Infrarrojo A (IR-A) , son nocivos sobre la piel, y lo que más nos interesa en nuestro caso, la penetración de los rayos IR-A, es muy profunda, llegando a alcanzar la Hipodermis, la tercera capa de la piel, después de la Epidermis, y la Dermis.
Recordamos que el tatuaje, se realiza en la dermis, así que si estos rayos tienen la capacidad de penetrar hasta la dermis, es importante encontrar un protector solar específico para ellos, cuando hablamos de tatuajes.
También necesitamos protegernos de la radiación UV, sobre todo de la UV-A, que penetra hasta la Dermis y la UV-B. Los protectores solares, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, utilizan el método COLIPA, las siglas FPS, IPF ó SPF, nos indican el factor de protección solar, que es el tiempo que la piel está protegida frente a la radiación solar.
Así que el aumento de factor de protección, no significa que aumente la potencia, sino que lo que aumenta es la duración del tiempo que estaremos protegidos frente a la radiación solar.
Inmediatamente después de hacernos un tatuaje, y hasta que pasen 15 días, debemos evitar la exposición al Sol, en el caso de no poder evitarlo, es necesario cubrir la zona con una protección solar física, como puede ser un vendaje no oclusivo.
La tinta con la que se realizan los tatuajes, puede tener distintas pigmentaciones, depende mucho la calidad de esa tinta en la conservación del tatuaje, es difícil encontrar pigmentos homologados, así que la conservación y el buen estado del tatuaje que se ha hecho con un fin estético, depende del cuidado que tengamos nosotros mismos.
Recomendaciones, si queremos evitar la decoloración de nuestro tatuaje:
- Es importante repetir la aplicación en la zona tatuada cada 2-3 horas, el tiempo de protección es menor que en una zona de la piel no agredida.
- Debemos aplicar laprotección solar en el tatuaje 20 min antes de la exposición solar.
- La piel tatuada, es mucho más sensible y existen pigmentos con color como el amarillo o el rojo, que causan frecuentemente más reacciones solares, si detectamos que existe una intolerancia al Sol, debemos cubrir la zona tatuada con una protección física.
- Mantener la zona del tatuaje permanentemente hidratada, nos va a garantizar que no se decolore y una mejor conservación del mismo.
- A lo largo del tiempo, nuestro tatuaje irá perdiendo coloración y el dibujo perderá precisión ya que los pigmentos de la dermis, se van decolorando según el paso del tiempo, ya que es inevitable la exposición de la piel al Sol, al agua y distintas abrasiones. Estos consejos para proteger nuestro tatuaje del Sol, son fundamentales si queremos aumentar el tiempo, que nuestro tatuaje puede permanecer lo más parecido al diseño y coloración original.