¿Sabías que solo el 2,5% de los españoles se aplica correctamente la protección solar? Así lo indica un estudio avalado por la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV). Por este motivo a continuación te contamos qué errores solemos cometer a la hora de aplicar el fotoprotector.
- No aplicar protector solar los días nublados. Aunque no lo creas, incluso en esos días que no está soleado, el 80% de los rayos ultravioleta pueden penetrar nuestra piel.
- Aplicar fotoprotector únicamente cuando vas a la playa o a la piscina. El daño solar puede ocurrir en breves intervalos de tiempo al aire libre, independientemente si vas a un sitio u otro. Por este motivo, es imprescindible incluir el protector solar en tu rutina diaria. Además, la mascarilla no es una excusa, ya que los expertos advierten que los rayos solares la atraviesan.
- Olvidar volver a aplicar protector solar. A veces pensamos que, como algunos fotoprotectores tienen alto nivel de protección o son resistentes al agua, con aplicarlo una vez ya es suficiente. ¡Error! Hay que ponérselo cada 2 horas o inmediatamente después de sudar o nadar.
- Poner menos cantidad de protector solar de lo que deberías. ¡La cantidad importa! La recomendación de los especialistas es aplicar 2 líneas extendidas en dos dedos en el caso del rostro. En el caso del cuerpo sería aplicar 2 mg por centímetro cuadrado de piel, aunque sabemos que es difícil de calcular. Nuestro consejo es que apliques una buena cantidad, ya que es mejor prevenir que curar.
- No aplicar protección solar en ciertas zonas del cuerpo. A veces nos centramos tanto en la cara o en los hombros que nos olvidamos de que también debemos proteger la nuca, el cuero cabelludo, las orejas, los pies o los labios.
- Depender únicamente del protector solar. Ningún fotoprotector puede bloquear el 100% de los rayos UV del sol, por eso, es importante buscar la sombra y usar ropa que te proteja del sol.
- Dejar de aplicar protector solar cuando te pones moreno/a. Hay la creencia de que, como más moreno/a estés, menos te puedes quemar. Sí, es otro error. Nadie es inmune a los daños de los rayos ultravioleta del sol. De hecho, el bronceado es un signo de daño en la piel, ya que nuestro cuerpo se defiende de este generando más melanina.